Vicuñas
Este animal es originario de la cordillera de los Andes en Ecuador, el norte de Chile, el noroeste de Argentina, el sur de Perú y el oeste de Bolivia. Es pariente cercano de la llama, el guanaco y la alpaca, de los cuales es el más esbelto, gracioso y ágil, si bien es el de menor tamaño. Sus largas extremidades son delgadas, su cuello es alto y su cabeza pequeña. El cuerpo está cubierto de un pelaje corto, muy fino y lanoso, notablemente suave y aislante, mucho más que el de los otros camélidos andinos.
La poderosa dentadura de la vicuña, dotada de unos incisivos inferiores que crecen continuamente, facilita su alimentación a base de plantas duras y de poco porte. Su sentido de la vista es agudo y se protege del frío, el viento y el polvo por medio de gruesas pestañas. La gran cantidad de glóbulos rojos que contiene su torrente sanguíneo le permite absorber y transportar más oxígeno en las zonas donde éste escasea debido a la altura y de ese modo conseguir un metabolismo con mayor rendimiento. Las vicuñas se reúnen en pequeñas manadas o grupos familiares cuyo territorio está claramente delimitado por los excrementos y la orina que siempre depositan en los mismos lugares. Mezclados entre sí, la vicuña, la llama, la alpaca y el guanaco producen híbridos fértiles. Las vicuñas son pequeñas, poco robustas y el cuerpo está cubierto por un pelaje pardo-rojizo, lanoso y suelto. Viven formando rebaños no muy grandes y no han sido nunca domesticadas. El término vicuña también se aplica a los tejidos y telas fabricados a partir de la lana del animal y a los tejidos y telas hechos con la lana de las ovejas merinas que intentan imitar la lana de la vicuña natural.